El sector inmobiliario es uno de los más vigorosos dentro de los sistemas económicos actuales, debido a la abundante actividad económica que genera y al rol social que están llamados a cumplir, como constructores de ciudades con altos estándares de calidad de vida.
Muchas son las definiciones de calidad de vida, pero una que se puede ocupar en este caso, es la que dice relación con las condiciones de vida o la experiencia de vida. En una vivienda, por ejemplo, se puede distinguir entre los elementos del entorno y las características de la construcción de la casa habitación.
Respecto del entorno, un alto estándar de calidad de vida de un lugar determinado aseguraría a sus residentes que, independiente de su edad, capacidades físicas o nivel de ingresos, podrán acceder fácilmente a los bienes y servicios necesarios para el desempeño de sus actividades sociales y económicas. Por su parte, el estándar de confort y calidad en la vivienda misma, dicen relación con una construcción que garantice una luz natural apropiada, materiales aptos, bajos costos de operación y una buena gestión post venta, entre otros.